Secuencia de la sesión

Durante el tratamiento, el paciente permanece sentado
y reclinado en un sillón, con la cabeza apoyada en una
posición relajada mientras que una bobina emite pulsos
magnéticos orientados directamente al área del cerebro
relacionada con la regulación del estado de ánimo.

Durante la primera sesión, se realizan varias mediciones
para garantizar que la bobina de EMT se colocará correctamente
y se configuran los parámetros del tratamiento, determinando en
cada paciente la cantidad de energía necesaria capaz de estimular
sus células nerviosas.

La EMT es un procedimiento no invasivo. El paciente está
completamente despierto y alerta, pudiendo, por ejemplo,
hablar durante el tratamiento. No requiere anestesia y los
pacientes pueden reanudar sus actividades diarias
inmediatamente después del tratamiento.

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